Estas
palabras llegarán a los corazones y recuerdos de todos aquellos que, como
nosotros, tuvieron el placer de conocer a un ser tan excepcional.
La profesora Nidia, como la llamábamos,
fue una de las primeras fundadoras de la institución hace más de 40 años.
Inicialmente trabajó como una profesora de castellano, pero poco después,
inicia a desempeñarse en su área predilecta como Orientadora. Graduada de la Universidad
Central de Venezuela en esta labor, fue alguien con una ética de trabajo y una
personalidad que le han hecho merecedora de este homenaje.
A nivel profesional, fue partícipe de
innumerables graduaciones, ayudó a los estudiantes a elegir sus rumbos en la
prueba vocacional, participó como terapeuta y consejera de múltiples alumnos,
demostrando a muchos de ellos la capacidad de superarse ante cualquier
dificultad, puesto que para ella “No
existían problemas, sólo pruebas que se deben superar”, tuvo un rol
maternal en la formación de muchos estudiantes con sus consejos y “pellizquitos”,
para recordarnos siempre transitar por el camino correcto y no apartarnos de
él.
Fue una maestra como pocas, alguien que
verdaderamente sentía amor por su profesión y que podía ver en cada uno de sus
alumnos un inmenso potencial por desarrollar, alguien que no se limitó a su
labor, sino que fue una docente que en presencia de algún inconveniente siempre
daba su mano amiga, si había un pantalón roto, Nidia tenía en su oficina la
aguja y el hilo para remendarlo o si existía algún dolor en un estudiante, ella
tenía una pastilla o un té para ofrecerle, y como éstas, muchas más anécdotas dejó
grabadas en nuestra memoria, como un símbolo de su valor en persona, donde se
refleja el papel de Nidia como más que una orientadora.
Incluso en los pequeños detalles su gran
humanidad y personalidad salían a relucir entre los que la conocían, en sus gustos por los dulces,
especialmente la coca-cola y los helados, en las camaraderías con los demás
miembros del personal, en el interés por ayudar a los demás, en la fortaleza
que tuvo en cada momento de su vida y en
la lucha que batalló valientemente hasta al final.
Eso
era Nidia, una maravillosa mujer... Palabras con las que sin duda la
recordaremos, y que describen certeramente a nuestra orientadora, maestra, amiga y apoyo incondicional en todo momento,
y, en general, un importantísimo miembro de la comunidad ICA, que seguirá viviendo
en nuestros corazones, puesto que se ganó un profundo afecto y gratitud de
todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla y compartir un aula de
clases junto a ella.
Es un hecho universal e inmutable que la
muerte forma parte de la vida, y así como un día disfrutamos de tus clases, hoy
estamos aquí dándote el último adiós, no sin antes darte gracias por haber sido un miembro tan especial y haber compartido tu legado con la familia ICA.
Has dejado grabados en nuestros corazones
grandes enseñanzas y muchos lindos recuerdos que forman parte de nosotros y que
nos acompañarán por siempre.
Miles de gracias Nidia Hernández y que Dios le brinde el
descanso eterno a su alma.
Sinceramente, tu gran familia ICA.
Lindas palabras que describen a este gran ser humano, tuve el privilegio de ser su alumno por los años 90 siempre conte con sus consejos y hasta me servia de cupido... luego conte con ella en la formacion de mis hijos como orientadora asi que puedo decir que saque un muy buen provecho de sus atributos y cualidades realmente un gran honor y orgullo haber compartido tantas cosas con Nidia
ResponderEliminarGracias...Muchisimas gracias por estas palabras para con mi hermana. Quien las escribió dio una muy buena cuenta de lo que ella fué con su profesión al servicio de cuánto la necesitaron. Me emociona sobremanera el afecto y el cariño que tantas personas le tienen. Una vez conversando con papá le preguntamos cómo quería el que lo recordan; sin titubear dijo:"como un hombre bueno" Estoy segura que de la misma forma respondería ella si le hicieran la misma pregunta. Por tantas muestras de cariño y de afecto se que lo logró. Espero que siempre este en los corazones de todos y la recuerden como una mujer excepcionalmente buena! Muchas gracias Ibellise por ser una hermana más, por estar siempre, por tener tanta humildad y compañerismo con ella, con todos, por quererla. Gracias a todos los profesores que tuvieron palabras de cariño, de afecto. Gracias Claudia por sacarle una sonrisa en sus momentos más críticos, gracias Marlene por estar... No se si en el futuro el puesto que ocupaba Nidia lo desempeñe alguien con su misma entrega; lo que si les puedo asegurar que desde donde ella esté siempre tendrá una sonrisa para cada uno de ustedes. Un abrazo!! Nuevamente, Muchas Gracias!!
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